sábado, 22 de enero de 2011

Mirando patrás Vol. 6: Series para Niñas Pt. 1

Cuando uno es chibolo no entiende de diferencias entre géneros si se trata de series de TV, y es a causa de que a las cadenas de TV les daba lo mismo soltar Mi Pequeño Pony que Super Agente Cobra. A causa de eso, uno terminaba viendo series que tal vez no estaban destinadas a un público masculino, pero igual gustaban, aunque muchos quieran negarlo a la vejez. El ejemplo más grande de todos: Candy Candy.



Esta novela, basada en el trabajo de Keiko Nagita y Yumiko Igarashi, en realidad data de finales de los 70s, siendo transmitida aquí por Canal 5, y repetida innumerables veces hasta hace poco. Los 115 episodios narran la historia de Candy, quien fuera abandonada junto a Annie en el orfanato de la Srta. Pony. Ambas niñas crecen y se vuelven inseparables hasta que a sus 10 años, Annie es adoptada por una familia adinerada y pierden contacto por completo. Años después, Candy conoce a un joven escocés, a quien llama "El Príncipe de la Colina". Este encuentro la motiva para salir del orfanato y tener una familia. La familia Leagan decide adoptarla para que sea dama de compañía de su hija Eliza, quien junto a su hermano Neil le hace la vida imposible y logra que la degraden a sirvienta. Tras una serie de desventuras, Candy vuelve a encontrarse con su "Príncipe", Anthony, quien no parece reconocerla. De ahí en adelante, se forma un cuadrangular entre Candy, Anthony, y sus primos Archie y Stear.

Como en toda novela, luego de un montón de situaciones inverosímiles, Candy va a parar a Londres, donde conoce a Terry, quien sería su nuevo interés amoroso después de Anthony, a pesar de tener una personalidad totalmente opuesta. A partir de su encuentro, la novela pasa por giros cada vez más dramáticos hasta que al final de la historia (bastante forzado por cierto), Candy podría terminar casándose con quien no quiere y convirtiendo su vida en una desgracia. Tanta fue la decepción por el final de la serie, que en Italia tuvieron que hacerle otro final editando partes de otros capítulos y cambiando el doblaje, haciendo que el amor triunfe y que Candy se quede con Terry. Curiosamente, algunas personas aseguran que ese capítulo fue transmitido aquí en la segunda transmisión de la novela. Uno nunca sabe.

Candy tiene el mérito de haber sido la primera serie para niñas que todos los niños vieron, si no pregúntenle a todos los que cantan de alma la canción en los conciertos del Capitán Memo (quien una vez más, escribió la versión en español). También fue el primer dibujo animado que termino mal, mandando por un tubo a los finales de Disney a los que estábamos acostumbrados. "Doblado al español en Video Records, Buenos Aires, Argentina".

Mi Pequeño Pony

Lo pasaban en el programa de Yola, junto con otras series relacionadas como Glo Friends, Potato Head Kids y los Moon Dreamers. La serie contaba las aventuras de Megan y sus amigos en un mundo paralelo donde los unicornios existen, hablan, y solo son hembras. Cómo habían ponys bebé, ni idea. La serie no tenía mayor continuidad y sólo servía para introducir al mercado nuevas versiones de los juguetes de Hasbro. Buena estrategia, pero ningún intento de la empresa pudo alcanzar la estela de Transformers. Lo realmente rescatable de este paquete eran los Glo Friends, cuyos enemigos, los Moligan, sirvieron como apodo perfecto durante los tiempos del colegio.


She-Ra

La Princesa del Poder, supuesta hermana de He-Man, no era más que un calco de la serie original cambiándole los personajes con la intención de atraer a un público femenino. Sin embargo, la forma en la que presentan es mucho más madura. En la película El Secreto de la Espada, Adora aparece como una capitana al mando de Hordak (que resulta ser maestro de Skeletor), quien luego se entera que es una princesa y que fue separada de su hermano Adam por el propio Hordak. Investigando su pasado, consigue la Espada de Protección, la cual le permite convertirse en She-Ra. (El nombre original era He-Ra, por Heráclita, habría tenido más sentido).
A diferencia del principe Adam, la princesa Adora no le rehuía a los problemas, sino que por el contrario usaba su estrategia para mantener alejada a la Horda, respaldando a las fuerzas rebeldes, y cuando ya no podía más, se tranformaba en She-Ra. Otra gran diferencia con respecto a He-Man es que además de la fuerza y agilidad sobrehumana (pese a tener la masa muscular de una Barbie), She-Ra podía pedirle a su espada que tomara formas diferentes, como un escudo, una soga y vaya a saber qué otras variantes. Por desgracia estaba sujeta al mismo código que su hermano, así que el filo de su espada sólo le servía para limarse las uñas. En lo que respecta a la transformación, mientras que a su hermano le cambiaba el color de cabello y se bronceaba, a Adora le cambiaba la voz y le crecía el cabello.



Jem

Una posible predecesora de Hannah Montana (y se rumorea que hasta de Lady GaGa), esta serie contaba la historia de Jerrica Benton, dueña de la productora musical Starlight Music, que usa una supercomputadora construída por su padre llamada Synergy para generar un holograma y transformarse en Jem, líder de la banda Jem & The Holograms junto a su hermana Kimber y un grupo de amigas. Jerrica además dirige una casa orfanato con 12 chicas. Sus rivales son The Misfits, la banda de la millonaria Pizzazz, cuyo manager, Eric Raymond, quiere tomar posesión de Industrias Starlight.
La serie tuvo bastante continuidad, mostrando cómo Jerrica trataba de mantener a Jem separada de su vida privada, y cuestionándose si su novio Rio la amaba a ella o a su alter-ego. La serie además presentaba en cada episodio al menos una canción interpretada por The Holograms, con Britta Phillips como la voz de Jem. La mayoría de estas canciones eran bastante digeribles y se distribuyeron en singles que venían de regalo en los juguetes relacionados a la serie. Como dato adicional, las secuencias musicales usaban rotoscopio, haciendo que los movimientos de los dibujos fueran extremadamente naturales y fluídos.



Lady Oscar

Tal vez la serie para niñas más impactante de todas. Fue creada originalmente por Riyoko Ikeda y fue convertida en serie en los 80s. Oscar es una mujer criada como hombre, que se vuelve capitana de la Guardia Imperial de la Francia del siglo XVIII. Esta posición le permite ser testigo de los cambios sociales que van desde el pueblo hasta la realeza. Oscar presencia cómo la reina Maria Antonieta se enamora del conde sueco Fersen, y es ella misma quien le pide que regrese a Suecia antes los rumores que empiezan a correr sobre ellos. Maria Antonieta es inducida por Lady de Polignac al juego y malgastan el tesoro del reino. Aparece el Caballero Negro, una suerte de Robin Hood, y en un ataque deja tuerto a André, pariente de la nana de Oscar. En venganza, Oscar consigue atraparlo para que confiese sus acciones.
Años después, Fersen regresa a Francia y se da cuenta de que está enamorado de Oscar, pero ella decide alejarse de él para evitar sufrir. La historia tiene un trágico final nada menos que durante la Toma de la Bastilla.
Lo realmente interesante de Lady Oscar es la forma en la que se describen hechos históricos a través de los ojos de un personaje ficticio.



Mako, La Sirena Enamorada

Basada en la historia clásica de la sirena que busca el amor fuera del mar, Mako era una serie setentera realmente trágica. Hasta donde recuerdo todos los episodios le dejaban a la sirena un sabor a decepción realmente espantoso. Ni sus poderes mágicos ni sus amigos Taro y Hiro lograban que alguien con un poco de corazón se fijara en ella, y las pocas veces que esto ocurría, siempre pasaba algo que les impedía estar juntos. Creo que nunca nos pasaron el final, aunque por el tono que tenía la serie, seguramente habría mostrado a la sirena resignada volviendo al mar, o suicidándose.



Eso fue el primer lote, aún me faltan más.