sábado, 29 de octubre de 2011

30 Días de Terror - Día 05: Gwoemul

Día 05 - Tu película favorita de monstruos.

He visto montones de películas de monstruos, desde los microscópicos hasta los gigantes japoneses y les tengo mucho cariño a la gran mayoría. Sin embargo, existe una que me llamó la atención desde que leí el argumento y ha sido la coreana Gwoemul, conocida en gringolandia como The Host, y en Latinoamérica como Abominable. La película es una combinación de comedia, drama y terror, dentro de un contexto social muy propio de Corea.

La historia empieza con un caso de la vida real, en el que se soltaron enormes cantidades de formaldehído en el drenaje. En la película, esto causa que una de las inocentes criaturas que vive en el río Han mute en un monstruo anfibio enorme y voraz que un buen día decide atacar a los transeúntes instalados cerca del lugar. Gang-du es un despistado vendedor de comida que vive con su padre y su hija en su tienda, y presencia el ataque del monstruo. Luego de luchar directamente con la criatura, logra escapar de ella. Lamentablemente, su hija Hyun-seo es capturada por el monstruo, y aunque todo parece indicar que la ha perdido para siempre, él tiene esperanzas de que siga viva.

Durante el funeral de la pequeña, se aparecen Nam-joo y Nam-li, hermanos de Gang-du, que le echan la culpa de todo. Sin embargo, luego de recibir una llamada de Hyun-seo desde su maltrecho celular, los tres hermanos y su padre Hee-bong se proponen encontrarla a como dé lugar, tendiendo que hacerle frente no sólo al monstruo, sino también al gobierno, que ha enviado al ejército a capturar a Gang-du, pues creen que ahora lleva algún tipo de infección en la sangre.

Gwoemul no sólo es una película sobre seres acuáticos y amor paternal. También es una crítica sutil a la sociedad y al rígido gobierno coreano y a la influencia que tienen los Estados Unidos sobre él. El resultado ha sido que se convierta en la película coreana más taquillera de todos los tiempos y en mi película favorita de monstruos.

El tráiler:

domingo, 2 de octubre de 2011

30 Días de Terror - Día 4: Un Hombre Lobo Americano En Londres

El hombre lobo siempre ha sido mi monstruo favorito del cine clásico de terror y he tratado de ver todas las películas que he podido al respecto, desde que Lon Chaney Jr. interpretara al buen Larry Talbot en The Wolf Man hasta otras más recientes que no salieron bien (como el Cursed de Wes Craven). De todas ellas, la más importante para mí, no sólo por la trama sino también por los efectos especiales, es la obra maestra de John Landis, Un Hombre Lobo Americano En Londres.

David y su amigo Jack son dos mochileros que están atravesando el Parque Nacional de Yorkshire del Norte, en Inglaterra, y son atacados por un ser parecido a un lobo pero gigantesco. David sobrevive pero empieza a tener alucinaciones con hombres lobo y ve también a su amigo convertido en un cadáver, cada vez más descompuesto. Jack le advierte que los atacó un hombre lobo y que ahora se convertirá en un monstruo, y que  tendrá que darle solución al problema por su propia mano, antes de que más mueran.

De ahí en adelante, David entra en un duelo contra sí mismo, pues si bien le cree a su amigo, aún conserva esperanzas de que todo sea una pesadilla y que exista una cura. Gracias a sus dudas, Landis nos gratifica con la mejor transformación en hombre lobo que se haya hecho en la historia del cine, pues no hay efecto morph ni nada, sino que David se transforma segundo a segundo frente a la cámara hasta convertirse en un lobo tamaño familiar. Ni con todos los adelantos de efectos especiales actuales se ha podido alcanzar remotamente una escena de transformación tan contundente.
Años después le sacaron una secuela/parodia bastante mala llamada Un Hombre Lobo Americano en Paris, que por desgracia genera mucha confusión entre los que la han visto porque los títulos se parecen demasiado.

Como resultado, el equipo de John Landis sería inmortalizado en el mundo del espectáculo porque sus efectos fueron tan impresionantes que la Academia tuvo que abrir la categoría de Mejores Efectos Especiales (gracias al grandioso Rick Baker), y por si eso fuera poco, nada menos que Michael Jackson trabajó con Landis en dos de sus videos más famosos, Thriller y Black Or White. La influencia es bastante notoria.

Como resultado de lo expuesto, Un Hombre Lobo Americano en Londres es y será mi película favorita de hombres lobo.

El tráiler: