jueves, 4 de enero de 2007

Llantas GoodYear

Y bien, un año que se fue. ¿Qué podría decir de él? Los primeros meses me sirvieron para afianzar mi trabajo, que si bien estaba venido a menos, aún me reportaba el ingreso suficiente para un soltero. Podía pagarme el instituto y tenía miras a quedarme a trabajar en él. Hasta que me cancelaron las prácticas y me frustré de una manera espantosa. Pero ni modo, a lo hecho, pecho. Mi vida seguía de lo más tranquila, sin mayores preocupaciones, frecuentando a mis buenos amigos y disfrutando de mi primera habitación propia en 27 años. Empecé a disfrutar el silencio como nunca. Y menos mal que lo hice porque a mediados de año una buena amiga me daría un obsequio bastante peculiar: mi primer trabajo como profesor de inglés.
Si bien es cierto que me he pasado toda mi vida vinculado al idioma, jamás se me habría ocurrido que mi primer contacto con la docencia iba a ser directamente en un salón de secundaria. Tres meses que me sirvieron para conocer un sistema de trabajo totalmente nuevo, y es que la vida de independiente no permite que uno sepa como funciona una empresa grande. Esa fue una de mis grandes pruebas, en las que tuve que combinar una enorme dosis de paciencia con mi sentido de responsabilidad (el cual a veces detesto) y mi resistencia al sueño. Contra todo lo que quería creer, el trabajo no terminaba a la hora de salida. En realidad ahí es cuando empieza.
Atrás quedaron mis visitas amicales, ya que los fines de semana lo único que me venia en gana era dormir, así que tuve que alejarme de casi todos mis proyectos personales.
Aprendí que en la sala de profesores se entretejen historias infinitamente más complejas que las de los alumnos, y que el hecho de ser profesor no necesariamente implica ser un ejemplo de comportamiento. La hipocresía, el cabe y el serrucho son parte inamovible del trabajo de oficina, y de una u otra forma se pueden percibir. Para mi fortuna, el contrato era solo de 3 meses y no tuve que ser testigo de la devastación de fin de año. De paso me convencí de que en el aspecto laboral, si tengo que bajar la cabeza ante un imbécil, mejor la bajo ante el espejo.
Pero no todo fue malo. Por cada ser extraño que conocí, hubieron 2 de excelente calidad humana, hayan sido alumnos o profesores, cuya amistad espero no perder. Logré hacerme de un buen dinero que me sirvió para subsanar deudas y de paso para acostumbrarme a subir mi nivel de ingresos. Ahora mis miras son otras y es algo que debo agradecer.
También debo agradecer el haber conocido a una mujer de la cual me enamoré y a quien tuve el placer de ayudar a encontrarse. Ella también me dejó algo que nunca olvidaré y es que por primera vez viajé a alguna parte. Esas memorias no se borrarán jamás, gracias a la cámara digital. Si bien es cierto que nuestra relación se terminó, creo que salimos de ella como mejores personas. Toda esta situación me hizo reafirmar mis convicciones, volver a encontrar mi misión (la cual había dejado de lado hace tiempo) y poder apreciar mejor todo aquello que se ha puesto en mi camino.
Durante los 4 últimos meses de este año conseguí retomar mis viejos proyectos, seguir aprendiendo lo que necesito, ya sea en el internet o en algún libro pirata, retomar a los amigos que siempre estuvieron ahí, y sobre todo a mi familia.
Esta navidad fue más bien espiritual, porque esa estupidez de esperar regalos ya fue dejada atrás por mi familia hace mucho. Un abrazo sincero y un agradecimiento por techo, comida y trabajo son más que suficientes para nosotros. Los regalos son sólo para los niños porque , y de eso nos encargamos en la aldea Westfalia con la gente de Kawaii Laruku. La sonrisa de los pequeñitos valió mucho más que el esfuerzo. En mi casa fue lo mismo, el show lo dimos mi hermano y yo para los sobrinos, que cada año vienen a pasarla con nosotros y alegrarnos el hogar.
La celebración de fin de año no pudo ser mejor. Una vez más las buenas amistades salieron al rescate y fui a dar a la playa, donde una cantidad obscena de alcohol, cebiche y buena compañía me dieron uno de los mejores cierres de año que haya tenido.

Aquí una canción de año nuevo para que reboten un poco.