sábado, 16 de octubre de 2010

Mirando patrás Vol. 3: Mazinger Z

La serie Mazinger Z fue todo un éxito a nivel mundial por diversos motivos. Hasta antes de ésta serie sacada de la mente del gran Go Nagai, los robots eran más o menos del estilo de Iron Man 28, es decir, controlados a distancia. Mazinger fue el primero en tener directamente dentro de él al piloto, Koji Kabuto, cuya pequeña nave de transporte, el Pilder, encajaba perfectamente en la cabeza del robot gigante. Tanto fue el éxito de la serie que es el único robot gigante en tener su propia estatua en un parque, conocido ahora como el Parque Mazinger.

En nuestro país, Canal 5 tuvo el honor de transmitir la versión doblada al español, y aquí hay una anécdota. Como pocas veces, programaron a Mazinger en horario estelar, los domingos a las 7pm. El capítulo de estreno fue anunciado durante semanas, pero para nuestra desgracia, era el primer gobierno de Alan García, donde los apagones eran pan de cada día. El día del estreno recuerdo haberme acomodado frente al televisor junto a mis padres (buenos tiempos donde aún se hacían cosas en familia). Dieron las 7 y la pantalla pasa a negro. Se escucha la voz del locutor diciendo: "Panamericana Televisión presenta.... Mazinger". Y se fue la luz. Entenderán que empecé a echar humo y lágrimas a diestra y siniestra. El lunes, como era típico en ese entonces, nos juntamos a comentar lo que habíamos visto el fin de semana, y la queja era general, porque el apagón había sido en todo Lima. Sólo unos cuantos elegidos que contaban con el maldito grupo electrógeno lo pudieron ver pero se compadecieron y no nos revelaron nada. No sé si habrá sido un chispazo de consideración, exceso de reclamos o simplemente no tenían nada más que poner, pero el asunto es que PanTel se vio obligado a repetir el primer capítulo. Creo que ha sido la única vez en la que me he sentido respetado por un canal de televisión nacional.

Volviendo al punto, Mazinger Z cuenta la historia de Koji, nieto del Dr. Kabuto, con quien vive a raíz de la muerte de sus padres en un accidente. El Dr. Kabuto es el desarrollador de la energía foto-atómica y creador del robot gigante Mazinger Z, el cual entrega a Koji para que pueda enfrentar al maligno Dr. Hell y sus secuaces, quienes planean dominar el mundo (como siempre).
Las armas de Mazinger Z están distribuídas por todo su cuerpo y cada ataque tiene nombres muy descriptivos, como "Vientos Huracanados", "Cortador de Metales", "Rayos Fotónicos" y cualquier otra combinación de palabras que a uno se le pudiera ocurrir. La intención era hacerlo ver como un robot invencible. Sin embargo, los monstruos mecánicos del Dr. Hell siempre encontraban una manera de hacérselas ver bien negras al Z.
Koji no está solo en el combate, sino que está respaldado por un grupo de científicos y además cuenta con la ayuda de su amiga/rival/afán Sayaka, una mujer tan guapa como agresiva, y que también tiene a su robot Afrodita A. Cabe aquí mencionar que Afrodita fue el robot más curioso de la época, puesto que sus armas eran principalmente dos misiles que disparaba del pecho, y que literalmente sólo distraían al enemigo, pues como ella misma decía "¡No le hacen nada, no le hacen nada!". También estaba Boss y su pandilla, una manga de malandrines que siempre quieren superar a Koji. Ellos crean su propio robot con repuestos y chatarra, llamado también Boss, y que prácticamente sólo tiene una enorme capacidad de estorbar. A pesar de eso, salva la situación más de una vez. Los tres robots principales fueron mejorados conforme avanzaba la serie, y sin duda uno de los capítulos más emocionantes fue cuando crearon el Jet Scrander, un dispositivo que le permitía volar.

La personalidad de los personajes es lo que le daba peso a la serie. Koji no es un paladín por ningún lado. Por el contrario, es un tanto conflictivo, arrogante y bastante bestia en su proceder. A pesar de todo, se las arregla para salir airoso de los combates e incluso llamar la atención de Sayaka, quien comparte una relación de amor/admiración/envidia con el joven Kabuto. Boss por su parte es un bruto en todo sentido, pero tiene una habilidad innata para la mecánica, lo cual le permite parchar constantemente a su robot y asimilar parte del funcionamiento de Mazinger para adaptarlo.

Por otro lado, los seguidores del Dr. Hell son también sumamente extraños. El Barón Ashler es mitad hombre y mitad mujer (lo cual lo convertiría en el transexual más famoso de todos los tiempos) y realmente era desconcertante escucharlo usando voz masculina, luego voz femenina, y luego ambas al mismo tiempo. Era el brazo derecho del Dr. Hell y el encargado de dirigir a todo el ejército. También estaba el Conde Decapitado, un muerto viviente cuya cabeza flotaba en el aire; el Vizconde Pygman, un guerrero africano enorme que en lugar de cabeza tenia a un pigmeo (y no es broma) y que atacaba usando la magia negra; y el Archiduque Gorgón, una especie de centauro pero reemplazando al caballo por tigre. No había forma de olvidarse de personajes tan raros.

La serie la pasaron hasta el último episodio, aunque en realidad no termina sino que empalma con Gran Mazinger, la secuela, de la cual pasaron algunos capítulos antes de hacer la clásica de repetirlo todo desde el principio. La historia de Mazinger nunca terminó. Hasta ahora siguen existiendo diferentes secuelas y realidades alternas en forma de series, OVAs y mangas. El robot del Dr. Kabuto se niega a que lo conviertan en pieza de museo.

El hecho de que el Pilder se convirtiera prácticamente en el cerebro del robot, fue la inspiración para todas las series posteriores que tuvieran alguna relación con las transformaciones, entiéndase Transformers, GoBots, Robotech, Voltron, El Vengador y demás. En Perú, Mazinger fue tan popular como en todos los demás países, logrando que en su momento el sueño de muchos de nosotros fuera tener nuestro propio robot Mazinger (aunque fuera de juguete), pero como a ninguna empresa se le prendió el foco para traerlos o hacer versiones nacionales, se inició una curiosa costumbre de que a cualquier muñeco de robot desconocido que uno tuviera, le ponía de nombre Mazinger. El acierto más grande que tuvieron para sacarle el jugo a la serie fue lanzar un álbum de figuritas (siempre gracias a Navarrete, cuánta plata estuvimos gustosos de regalarles) que tenía como gancho unos posters bastante convincentes. Recuerdo que entre mis primos y yo, coleccionamos todos.

En España pasaron una película taiwanesa malísima del Barón Rojo (con actores), bajo el nombre de "Mazinger: El Robot De Las Estrellas", para coincidir con el estreno de la serie, en el 78. El asunto es que a pesar de ser un bodrio, se convirtió en un éxito al punto que algunos dibujantes empezaron a lanzar miniseries con el Mazinger rojo de la película. Fenómenos extraños que nunca se repetirán.
Pasarán los años y yo sigo soñando con tener mi Mazinger Z y que le hagan una película con actores que valga la pena, una donde por fin se muestre en su dimensión a uno de los robots más importantes que se haya inventado y donde se escuche a Koji gritando junto a la audiencia: "MAZINGEEEEER".










Próximo volumen: Festival De Los Robots.

domingo, 10 de octubre de 2010

Mirando patrás Vol. 2


Con mi mamá veíamos El Hada Chappi, una brujita que abandona a su familia mágica buscando una vida diferente. El problema es que cuando por fin se encuentra una familia, sus padres deciden mudarse también con ellos y se arman enredos a diestra y siniestra. Dicen por ahí que fue la primera bruja en usar varita.



Mi mamá también era fan de La Princesa Caballero, serie de la cual no recuerdo mucho, pero se me hace muy fácil reconocer a la protagonista. Dicen que en el cielo usaban una mora azul para convertir a los ángeles en niños y una manzana para las niñas. Cachito, uno de los ángeles, no quiere dejar de serlo, y le entrega a la niña Zafiro su mora azul y por vivo lo mandan a la Tierra a corregir su error. Al nacer, la situación de Zafiro es ya de por sí complicada: el rey hace pasar a su beba por varón para evitar que nobles inescrupulosos tomen el poder. La princesa crece vistiéndose como hombre, pero al llegar a la adolescencia conoce al príncipe de un reino vecino y se enamora de él. Ella y el príncipe deberán luchar contra los malvados que les quieren arrebatar el poder. Esto es mejor que Mulan.

Además estaban las dos series sobre autos de carrera: Meteoro y Grand Prix.
Meteoro es archiconocido, especialmente ahora gracias a la película, que por cierto a mi parecer fue excelente. Meteoro es un joven corredor de autos que viene de una familia de automovilistas con bastante trayectoria. Compite en circuitos bastante extraños con su auto Mach-5 (que aquí hicieron llamarse Max-5 en los comerciales), el cual está repleto de artilugios que le garantizan una buena carrera. Así se enfrenta a mafiosos, corredores sucios, policías corruptos, etc, etc, etc. Todo esto vigilado y asistido por el enigmático Corredor X, que Meteoro cree que es su hermano Rex que no está muerto sino que anda de parranda. La canción de apertura era recontra pegajosa y a estas alturas es inconfundible.

En Grand Prix, el protagonista es Tony Bronson, un joven cuya meta es convertirse en piloto de carreras. Desde niño muestra su afición por los autos. En los primeros episodios se le ve compitiendo en una carrera con un carro hecho por él mismo. En un accidente, Tony queda herido y es llevado a un hospital donde conoce al famoso piloto Niki Lauda, que también había sufrido un accidente. Lauda le anima a seguir en el mundo de las carreras y le convence para que se una a la escudería Arrow Emblem de Katori Motors. De esa forma Tony regresa a las pistas al mando de su auto "El Halcón". La canción, cantada en todo épico, también fue escrita y cantada por el Capitán Memo.

En esos años habían menos canales de TV y la disputa por el público infantil estaba siempre entre canal 4, el 5 y el 7. En lo personal, era el 7 el más querido, pues sus series fueron las que rompieron el esquema.
Una sola palabra puede describir una época: Ultrasiete. Transmitido aquí mucho antes que Ultraman, esta serie contaba la historia de Dan Moroboshi, un miembro del Escuadrón Ultra de Defensa de la Tierra, que combate a los alienígenas que atacan a nuestro planeta. Lo que nadie sabe es que cuando la situación se pone difícil, Dan revela su verdadera identidad utilizando unos lentes llamados UltraOjo. Al ponérselos, se transforma en Ultrasiete, un extraterrestre tamaño familiar que puede parar de lengua a los invasores gracias a sus innumerables técnicas de lucha, sus distintos rayos, y su marca de fábrica, una cuchilla que lleva en la cabeza. Los capítulos tenían bastante seriedad, y aunque no eran muy científicos que digamos, era tan misteriosos como los Expedientes X. Si mal no recuerdo, fue una de las pocas series a la que nunca se le hizo canción en español, la pasaban en japonés tal cual. El hecho de ver el nombre de UltraSiete en el canal 7 le dio cierta identificación al público. El traje rojo y blanquecino hasta lo hacían imaginar a uno que se trataba de un héroe nacional. Imposible no pegarse.

Seguiré haciendo memoria...

viernes, 8 de octubre de 2010

Mirando patrás Vol. 1

Luego de una conversa sobre las series japonesas de los 80s, recordé que mi generación había crecido muy pegada a lo que ahora llamamos "anime". Sin saberlo nos hicimos fanáticos de héroes y personajes que tenían características muy marcadas, con valores (o a veces sin ellos) y con mucha voluntad justiciera. Por otro lado, también hubieron series de otros países que, si bien es cierto no tenían tramas muy complicadas, cumplían su objetivo de entretener e incluso educar. Y bien, todo esto no es más que una gran excusa para hacer mi post retro, desempolvando la memoria y haciendo un recuento de las series que pasaron aquí. Muchas de ellas se convirtieron en un fenómeno y hasta ahora son recordadas como parte de nuestra cultura pop, algunas por mérito propio, y otras por las circunstancias en que fueron transmitidas. Por cierto que yo era bien vicioso de la TV, así que es muy probable que algunas sean ya muy oscuras. No estoy tratando de hacerlo en orden cronológico. Sólo las iré soltando como me vengan a la mente. Empezamos.

Creo que la serie más antigua que recuerdo es El Gato Félix (aunque según mi viejito lo primero que vi fue Birdman), aquel gato negro que llevaba un bolso que podía tomar prácticamente cualquier forma. Junto a su genial sobrino Pointdexter, se encargaba de librarse del espeso Profesor Rock Bottom. Luego meterían a más personajes quemados, como al extraño Baboom, que con sólo pronunciar su nombre se podía bajar un cerro. Lo pasaban en canal 5, con la cancion de "Félix el gato, el único, el único gato". Hasta ahora venden polos con la cara de Félix, a pesar de que el dibujo original es de los años 20.



Recuerdo también uno de los primeras series japonesas que pasaban, Jet Marte, un pequeño superhéroe que guardaba extremo parecido con Astroboy. La única diferencia es que Jet Marte lleva capa. En la historia fue diseñado originalmente como un arma, pero su inteligencia artificial le hacía darse cuenta de que la guerra no era un camino correcto y constantemente cuestionaba sus acciones. Bastante profundo para una serie infantil, ¿no? Esta también iba por canal 5.



Había un paquete de 3 series que siempre pasaban en secuencia: Tapón López (o Snuffy Smith, su nombre original), La Gata Loca y Beetle Bailey (o Beto El Recluta, como lo ponían las historietas). Tapón López era un chato montañez que siempre andaba metiendose en líos junto a su obesa esposa Luisa, su hijo Cabezón y su caballo/burro/mula Chispa.
La Gata Loca era una gata azul que andaba templada de un ratón rosado llamado Ignacio, que le correspondía su amor lanzándole ladrillazos en la cabeza. Todo un ejemplo del amor serrano. Para suerte de la Gata, siempre llegaba el perro Alguacil para meter a Ignacio preso en la cárcel del condado de Coconino.
Beetle Bailey era un soldado raso que básicamente no podía pasar más de 2 minutos sin decir o hacer alguna burrada, lo cual casi siempre dejaba en ridículo a su sargento Ronco y a todo el pelotón en el Campamento Ciénaga.




El canal 4 alegraba las mañanas con otro lote de series, empezando con La Abeja Maya. Una abejita curiosa y bastante arriesgada que se muere por saber qué hay más allá del panal. Siempre acompañada por su amigo Willie, se escapa cada vez que puede de las clases de la maestra Kassandra para explorar el inmenso jardín que hay por fuera del viejo castillo medieval donde está la colmena. Allí conoce al saltamontes Flip, quien la protege y al mismo tiempo educa sobre la vida de los insectos. Definitivamente deberían volver a pasarla, y relanzar los comics.

Los Pitufos fue uno de los dibujos animados que llamó más mi atención. Una aldea de pequeños seres azules viven muy tranquilos hasta que el mago/clérigo/ermitaño/alquimista Gárgamel descubre que son un ingrediente para la creación de oro y decide capturarlos, cosa que jamás consigue. Los "suspiritos azules" eran supuestamente 100, incluyendo a Papá Pitufo, el más viejo y sabio de ellos. Cada uno tenía por nombre el rasgo más característico de su personalidad: Filósofo, Genio, Tontín, Fortachón, Goloso, Vanidoso, Bromista, Gruñón, etc. y casi todos tuvieron su propio capítulo. No faltó por ahí un idiota que dijo que representaban a los pecados y que Papá Pitufo era el diablo. La serie tuvo varios giros, como cuando la fusionaron con la historia de Juan y Guillermo. Durante esa etapa, los pitufos colaboraban para combatir las amenazas del reino, recibiendo ayuda incluso del propio Gárgamel en un par de ocasiones. Otro giro fue que al parecer Gárgamel se olvida de la alquimia y termina persiguiendo pitufos sólo para comérselos. A mi parecer la decadencia vino cuando introdujeron al Abuelo Pitufo, pues le quitaban toda la autoridad a Papá Pitufo. Ahí dejé de ver la serie y no sé si pasaron el final o la levantaron.

Continuará...mientras no me dé Alzheimer.