La globalización ha traído a nuestro país una serie de consecuencias lógicas. El intercambio de información es ahora pan de cada día. Sin embargo, no se puede negar que en el Perú podemos llegar a niveles jamás pensados por otros países.
Mientras que en otros lares recién empiezan a descubrir paisajes y pueblos de otras partes del mundo, nosotros hemos alcanzado hace mucho el contacto con otros planetas.
Vaya al diablo la NASA y todos sus recursos científicos. Aquí ya hemos entablado buenas relaciones no solo con representantes extraterrestres si no también con sus artistas. En vista de que nuestra tierra es reconocida mundialmente por su deliciosa sazón, y que tenemos una historia llena de herencias culturales, no quedaba más que entregar al mundo una nueva creación.
Una de nuestras marcas de fábrica criollas, el tamal, ahora toma una nueva dimensión gracias a la inclusión de ingredientes provenientes del planeta Marte, constituyendo así el inigualable tamal marciano.
Ha sido tanta la aceptación de este nuevo manjar, que ahora se puede comprar en cualquier tienda, tal y como podrán apreciar en la foto.
Me pregunto qué diría Gastón Acurio si lo probara. Es más, quisiera saber si existen más de estas creaciones interplanetarias y qué sabor tendrán. ¿Cómo será un anticucho neptuniano? ¿O que tal unos picarones venusinos? ¿Alguien se anima por un cebiche jupiteriano?
Provecho y servido.
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