sábado, 27 de noviembre de 2010

Mirando patrás Vol. 5: De ThunderCats y otros mutantes

El canal 4 la supo hacer cuando empezó a transmitir ThunderCats o "Los Felinos Cósmicos" como indicaba el narrador (aunque me da la impresión de que el canal 5 pasó el primer episodio antes, investigaré). La serie era una mezcla de dibujo gringo y dirección japonesa, gracias al combo de Ted Wolf y Katsuhito Akiyama. Los personajes eran versiones humanizadas de diferentes felinos, con nombres que hacían referencia a los mismos.


Básicamente la historia contaba la destrucción de su plantea, Thundera, y de cómo llevan al joven heredero al trono, Leon-O, hasta el Tercer Planeta para salvarlo de la destrucción. Durante el viaje (y en realidad sin motivo alguno), Leon-O crece rápidamente hasta ser un adulto, y deberá cubrir su inexperiencia si realmente quiere convertirse en el Señor de los ThunderCats. Afortunadamente no le faltarán situaciones para entrenarse, ya que el Tercer Planeta también tiene sus problemas. La maldad en el planeta está condensada en un ser llamado Mumm-Ra, proveniente de una cultura muy similar a la egipcia. Mumm-Ra es capaz de invocar a los Antiguos Espíritus del Mal y retomar momentáneamente el poder que lo convierte en un guerrero muy poderoso. Junto con él, un grupo de mutantes del planeta Plun-Darr (basados en animales "feos") se tomarán la tarea de desgraciarles la vida a los ThunderCats.

Leon-O tiene la suerte de estar acompañado de un grupo de combatientes élite. Además del fantasma de Jagah, su mentor, están: Tigro, una extraña combinación de arquitecto, psíquico y acróbata; Panthro, ingeniero mecánico y artista marcial; Cheetara, guerrera de alta velocidad con poder extrasensorial; Felino y Felina, los pequeños con el cinturón lleno de trucos; y Snarf, personaje gracioso de peluche y amigo/sirviente de Leon-O.
En el tercer planeta debe hacer mucho calor, ya que los personajes llevan ropa muy ligera sin importar la época del año.


Cada uno maneja sus propias armas y obviamente la más poderosa es la de Leon-O, la Espada del Augurio, que normalmente es una daga pero que tiene más funciones que una navaja suiza. Además de ser indestructible, le permite a Leon-O hacer trampa viendo el futuro cercano o lo que está ocurriendo en algún lugar cercano ("más allá de lo evidente"), puede aumentar hasta tres tallas a voluntad del usuario y puede proyectar una luz similar a la Bati-Señal que le permite a Leon-O llamar refuerzos cuando las papas queman. En realidad ese chiste de la señal ha tenido más usos durante la serie, incluyendo romper hechizos, devolver la energía, neutralizar los poderes de Mumm-Ra, etc, etc, etc. Tanto nos metieron en la cabeza que el cachivache ese era indestructible que en los pocos capítulos en que se ha roto, se puede ver la cara de Leon-O aumentando un trauma más a su colección.

Los mutantes por su parte eran humillados en cada capítulo. Reptilio, Chacalo, Mandrilo, y los posteriores Buitro y Rataro, sólo sirvieron de estorbo a los ThunderCats antes de la batalla final de cada episodio, y también sirvieron de arsenal para todos los escolares que buscaban nuevos apodos para sus compañeros. Conforme la serie avanzaba, aparecieron varios grupos de enemigos (obviamente para marketear más muñecos) como los Lunatacks, Brazo de Hierro y sus piratas, y un número casi infinito de seres que Mumm-Ra podía invocar.
Cabe resaltar que la serie no terminó en los dibujos animados, sino que hizo falta una década y 4 miniseries de comics para terminar con la historia.

Al ver el éxito que tuvieron, a la productora Ranking/Bass no se le ocurrió nada mejor que lanzar más series con el mismo estilo, humanos con características de animales. El resultado fueron series como Los Halcones Galácticos (SilverHawks) y Tiger Sharks.

Canal 9 nos pasó SilverHawks (así con el título en inglés), que presentaba a una fuerza especial y espacial del siglo 29, dirigida por el Capitán Telescopio, quien literalmente llevaba un telescopio en lugar de ojo. A su mando, un grupo de héroes con armaduras y alas muy similares a las de un halcón, se encargaban de detener a los malandrines provenientes de la galaxia Limbo, dirigidos a su vez por un engendro llamado Monstruón (Mon*Star, en realidad).


El equipo de los Halcones Galácticos venía integrado por: Rayo de Plata (Quicksilver), el líder táctico; los gemelos Acerino (Steelwill) y Acerina (Steelheart), combinando ingeniería y fuerza; Vaquero (Bluegrass), el piloto guitarrista; y el enigmático Niño de Cobre (Copper Kidd), el genio del equipo que sólo hablaba con silbidos (no sé de dónde sacaron que no hablaba porque venía de un planeta de mimos). Las armaduras los dotaban de fuerza, resistencia, la habilidad de volar y un arsenal enorme. Adicionalmente, cada uno tenía un halcón cibernético que hacía de arma y de mascota al mismo tiempo. El de Vaquero incluso se transformaba en guitarra.

Por su parte, Monstruón no se quedaba atrás. Además de poder invocar los poderes de la Estrella Lunar de Limbo para amplificar sus poderes (¿dónde he visto eso antes?), tenía a su mando a un montón de desadaptados con poderes muy extraños: Artillero (Hardware), un reptil humanoide repleto de armas; el Barón Sierra (Buzz-Saw) que tenía armas cortantes por todo el cuerpo; Bucéfalo (Mumbo-Jumbo), la cabeza más dura del espacio; Vendaval (Windhammer),
maestro de los vientos en pleno espacio exterior; Molecular (Mo-Lec-U-Lar), un tipo con forma de molécula que podía cambiar de aspecto a voluntad; As (Pokerface), un robot experto en estafas; Melodía, la tecladista ochentera con ataques sónicos; y Temporal (Timestopper), un chibolo que podía detener el tiempo. Además estaba el irritante Esclavo (Yessman), que siempre decía "Chi chi chiii, amo" a todo lo que Monstruón mandaba.
Durante la serie aparecieron otros Halcones Galácticos, como Sortílego (Hotwing), Relámpago (Flashback) y Rayo de Luna (Moon Stryker), como para que compren los muñecos de colección. Dicho sea de paso, estos 3 rompían el esquema de color azul de los demás Halcones.

Un detalle muy curioso es que la supuesta galaxia donde se desarrolla la serie parecía tener reglas físicas distintas a las del espacio conocido, ya que los personajes podían salir al exterior de las naves sin escafandra, manejaban vehículos sin cubierta, podían escucharse al hablar y cosas así. Si alguien perdía apoyo bajo sus pies, no quedaba flotando en el espacio, sino que caía "hacia abajo". Y lo más extraño, Vendaval podía invocar el poder de los vientos en lugares donde supuestamente no había aire. Como excusa diré que la serie jamás pretendió ser muy científica que digamos. Sin embargo, las pruebas que le tomaba Vaquero al Niño de Cobre al final de cada episodio jugaban con datos muy acertados. SilverHawks estuvo cercana a repetir el éxito de ThunderCats y luego de terminada la serie, también tuvo su línea de comics, que continuaban con la historia.

SilverHawks tuvo relativo éxito, aunque no recuerdo si la pasaron completa, pero definitivamente tuvo mejor suerte que otras dos series que pasaron en Canal 2: Tiger Sharks y Karate Kat.


Tiger Sharks fue un intento de repetir el plato, esta vez con mutaciones de humano y seres marinos. En el mundo ficticio de Acuario (Water-O), el equipo se encargaba de proteger este extraño planeta cubierto en su totalidad por agua, de los ataques de T-Ray y sus mantarianos. Para ello, contaban con un tanque de agua que les permitía mutar su cuerpo humano, aumentando sus cualidades y dándoles características de seres marinos.
El equipo estaba conformado por Mako, líder del grupo, que tomaba aspecto de tiburón; Walro, científico mecánico que asumía aspecto de morsa; Dolpho, el personaje cómico, se volvía un delfín; Octavia, experta en comunicaciones, su cabeza se volvía un pulpo; Lorca, el experto en vehículos, tomaba características de orca; Bronc, el personaje de relleno que se volvía caballito de mar; su hermana Angel, que se volvía un pececito; y hasta el perro del equipo, Gupp, que se transformaba en una foca.

Por su parte los villanos no necesitaban transformarse en nada porque de por sí eran peces humanoides. T-Ray tenía a su mando a un grupo de secuaces totalmente inútiles, empezando por Bocaza y Carpa, dos hombres-pez que tenían el nivel intelectual de Floyd y Cholín de Kissyfur.
Los pocos capítulos que recuerdo eran incluso más repetitivos que los de ThunderCats y hasta daban la impresión de no tener mayor continuidad.
La serie sólo tuvo 26 capítulos, los cuales ni siquiera pasaron completos. Si no me equivoco fue levantada en Canal 2 para poner a La Pequeña Maravilla en su lugar.

Con Karate Kat fue la misma historia. Parece que Canal 2 las compró en paquete y programó Karate Kat los sábados en la mañana. La historia de este gato-detective-karateka aguantó sólo unas cuantas semanas al aire antes de ser retirada en favor de la versión en dibujos animados de ALF, que por obvios motivos llamó mucho más la atención de la gente. Lo único bueno que tenía era la canción de entrada.


Para la próxima, vienen las series para niñas que todos los hombres vimos.

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