Peña Vs. Brujas

Este 31 de Octubre me lo pasé trabajando, y de amanecida. Es la primera vez que me pierdo de divertirme en una noche de esas. Sin embargo no es difícil observar que aún existe la absurda rivalidad entre el "nacionalista" Día de la Canción Criolla y el foráneo Halloween. Si pongo en nacionalista entre comillas es porque hasta donde puedo ver, los que lo defienden tratan de apelar al amor patrio y cosas de esas, desmereciendo a cualquier otro tipo de celebración. Pero si uno observa, la mayoría de estas personas, al menos las de mi edad, en realidad no tienen la más mínima noción de lo que es la música criolla. Más allá de un par de canciones de Eva Ayllón (esa que parece comercial de línea aérea y la ya insufrible "Mal Paso") no saben de qué va o viene nuestra música. Lo más curioso es que, muy nacionalistas, se van a una peña a celebrar para luego terminar bailando reggaeton. ¿Quién es el alienado aquí?
Nunca voy a olvidar una noche que pasé en una peña en Barranco. Se presentaba la tía Bartola, de aquellas que saben cómo hacerte sentir las canciones. Nos hizo un pequeño examen. Le dijo a los presentes "Pídanme alguna canción", y todas las chicas (supuestamente las más entusiastas del criollismo) respondieron casi a coro "Mal Paso". Bartola puso cara de indignación y aclaró explícitamente que no tenía intenciones de cantar esa canción pues estaba harta de que fuera la única canción que el público conocía. Para suerte, uno de mis primos alzó su voz pidiendo "Cada Domingo A Las 12 Despúes de Misa". Bartola sonrió y le dijo "Por fin alguien que sabe pedir", y créanme que se mandó una de las versiones más conmovedoras que he escuchado. La segunda parte del examen fue cuando nos cantó unas líneas de "Cuando Tú No Estás" y preguntó quién la cantaba. "Olga Tañón" respondimos todos. Luego cantó unas líneas de un vals que sinceramente desconozco y volvió a preguntar. Esta vez todos nos quedamos mudos. Bartola sólo dijo "Tienen que escuchar más música de verdad".

Por otro lado, los que celebran Halloween pecan de alienados, de satanistas, de pervertir menores, de brujos, etc, etc, etc. Digo yo, ¿qué tiene de satanista que un niño se disfrace del Hombre Araña? ¿cuál es el sacrilegio de pedir caramelos? ¿qué acaso alguno de ellos los va a usar para embrujar a alguien? Es una gran huachafada eso de salir a la calle usando sombreros en punta y con baldes en forma de calabaza, sobre todo porque las brujas no se ven así, y muchos no han visto una verdadera calabaza en su vida, pero de ahí a demonizarlo... no lleguemos a extremos. En igual medida los que celebran Halloween tienden a ser totalmente indiferentes a la realidad nacional, quitándole toda la escencia al feriado y considerándolo sólo una excusa para poder ir a la fiesta rave más cercana. Por cierto, tampoco son conscientes de lo que significa el Halloween y realmente dudo que saluden el día del Samhain.

La verdadera falla a mi parecer es que usen personajes foráneos habiendo una mitología tan extensa en nuestra cultura. Sería tan fácil unificar ambas fiestas si por ejemplo uno se disfrazara de Supay, de Jarjacha, de pishtaco, de chamán, de Tunche, o tantos otros seres monstruosos que hay en nuestro bestiario cholo, y que nunca han sido condenados por ninguna iglesia alarmista. Tranquilamente se podría matar dos pájaros de un tiro. Es lamentable que por falta de difusión sigamos viendo carteles en forma de murciélago por Halloween, cuando tranquilamente podrían poner un taparaco, cuyo significado es mucho más aterrador. Y es más peruano.
¿Quieren saber cómo reverenciar al Demonio y a la música peruana al mismo tiempo? Aquí les muestro cómo, con una canción que conozco por gracia de mi padre: "El Son De Los Diablos".