domingo, 2 de octubre de 2011

30 Días de Terror - Día 4: Un Hombre Lobo Americano En Londres

El hombre lobo siempre ha sido mi monstruo favorito del cine clásico de terror y he tratado de ver todas las películas que he podido al respecto, desde que Lon Chaney Jr. interpretara al buen Larry Talbot en The Wolf Man hasta otras más recientes que no salieron bien (como el Cursed de Wes Craven). De todas ellas, la más importante para mí, no sólo por la trama sino también por los efectos especiales, es la obra maestra de John Landis, Un Hombre Lobo Americano En Londres.

David y su amigo Jack son dos mochileros que están atravesando el Parque Nacional de Yorkshire del Norte, en Inglaterra, y son atacados por un ser parecido a un lobo pero gigantesco. David sobrevive pero empieza a tener alucinaciones con hombres lobo y ve también a su amigo convertido en un cadáver, cada vez más descompuesto. Jack le advierte que los atacó un hombre lobo y que ahora se convertirá en un monstruo, y que  tendrá que darle solución al problema por su propia mano, antes de que más mueran.

De ahí en adelante, David entra en un duelo contra sí mismo, pues si bien le cree a su amigo, aún conserva esperanzas de que todo sea una pesadilla y que exista una cura. Gracias a sus dudas, Landis nos gratifica con la mejor transformación en hombre lobo que se haya hecho en la historia del cine, pues no hay efecto morph ni nada, sino que David se transforma segundo a segundo frente a la cámara hasta convertirse en un lobo tamaño familiar. Ni con todos los adelantos de efectos especiales actuales se ha podido alcanzar remotamente una escena de transformación tan contundente.
Años después le sacaron una secuela/parodia bastante mala llamada Un Hombre Lobo Americano en Paris, que por desgracia genera mucha confusión entre los que la han visto porque los títulos se parecen demasiado.

Como resultado, el equipo de John Landis sería inmortalizado en el mundo del espectáculo porque sus efectos fueron tan impresionantes que la Academia tuvo que abrir la categoría de Mejores Efectos Especiales (gracias al grandioso Rick Baker), y por si eso fuera poco, nada menos que Michael Jackson trabajó con Landis en dos de sus videos más famosos, Thriller y Black Or White. La influencia es bastante notoria.

Como resultado de lo expuesto, Un Hombre Lobo Americano en Londres es y será mi película favorita de hombres lobo.

El tráiler:

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